El objetivo en el que trabajó a destajo Morenés y, sobre todo, su secretario de Estado, Pedro Argüelles, pasaba por quitar de la presidencia a Javier Monzón para poner al frente de Indra a un hombre afín (véase el ex ministro de Aznar, Eduardo Serra), y crear en torno a esta compañía, ya bajo el control de Defensa, un gran holding semipúblico español para competir por los grandes contratos del sector a nivel internacional.
En ese holding, según el diseño pergeñado por el equipo de Morenés, estarían la pata de tecnología militar de Indra, una vez desgajada del resto de la compañía o mediante un acuerdo de colaboración económica, el grupo público Navantia, Isdefe, Hisdesat, la filial de Hispasat gestionada por el Estado por su carácter estratégico para las comunicaciones militares, la pata de Defensa de Amper, el grupo privado Tecnobit y el pequeño activo accionarial del 4% en el consorcio europeo EADS.
Todos los integrantes del holding pivotarían en torno al INTA, que sería el que gestionaría y aglutinaría todas las fuerzas para acudir a los contratos internacionales y enfrentarse a gigantes de la talla de Thales, BAE, Lockeed Martin, Boeing, Finmeccanica y la propia EADS, entre otros.
Pero el trío Morenés-Arguelles-Serra no consiguió pasar el primer rubicón, la destitución de Javier Monzón. El apoyo explícito de Moncloa al ejecutivo que lleva más de 22 años al frente de Indra ha dado al traste con el plan de Defensa.
Los dos consejeros de la SEPI en Indra votaron a favor de su reelección como presidente. Morenés ha tenido que recular, pues con Monzón al frente de Indra la operación se presenta más complicada.
Aún así, en el Gobierno se valora, en general de forma positiva, la creación de este gran holding de Defensa español, con lo que no se descarta que la operación se ponga, de nuevo, en marcha, el año que viene. Y que el presidente de Indra no ponga obstáculos al respecto, según las fuentes consultadas en el entorno del Ministerio de Defensa.
También está sobre la mesa, aunque aún en una fase muy embrionaria, la creación de otro polo aerospacial en el que estarían Indra Espacio, Hispasat-Hisdesat, el propio INTA, el grupo público CASA e Isdefe (INSA). Este proyecto también está paralizado, si bien sobre él no se había trabajado con la intensidad que se ha hecho con el holding de Defensa.