Como novedad este año, es de destacar la puesta en funcionamiento de un JFAC(Joint Force Air Component). Este elemento es un salto cualitativo relevante en la capacidad del Ejército del Aire para asumir el mando del componente aéreo de una organización operativa conjunto-combinada, bien sea desde su ubicación permanente o bien sea desplegado en un teatro de operaciones. Para llevar a cabo esa tarea, el JFAC elabora las Directivas de Operaciones Aéreas y los planes de coordinación del espacio aéreo. Así mismo dentro de sus responsabilidades, desarrolla un Plan Aéreo para contribuir a alcanzar los objetivos establecidos por el Mando Conjunto para la campaña. También tiene como misión asesorar en el empleo del poder aéreo, siendo responsable de la integración completa y segura de todas las operaciones aéreas.
EL JFAC se estructura en un núcleo principal permanente que es reforzado, en caso de activación, con personal expresamente seleccionado del resto de unidades y cuarteles generales del Ejército del Aire. Es de destacar que todos los puestos de su plantilla son análogos a los de las estructuras similares de OTAN y que su personal ha sido adiestrado adecuadamente, lo que permite, si llegara el caso, su fácil y rápida integración en estructuras de mando de la Alianza Atlántica.
El ejercicio Sirio se ha dividido en tres fases bien diferenciadas. La primera fase consiste en la instrucción y familiarización del personal en relación a su puesto de trabajo, principalmente dentro del JFAC, y en la creación de un escenario de crisis ficticio. En esta fase, también como parte del adiestramiento, se lleva a cabo el planeamiento operativo y la conducción de operaciones aéreas simuladas. En la segunda y tercera fases se ejecutan, ya con medios reales, las operaciones aéreas planeadas en la fase I.