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Algunas hipótesis sobre el próximo presupuesto de Defensa

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17/09/2014 - Infodefensa.com -

De acuerdo con la normativa vigente el próximo día 30 de septiembre el gobierno debe presentar en el Congreso el proyecto de presupuestos generales del Estado para 2015. A partir de ese momento se iniciará un proceso que, de acuerdo con el calendario previsto, culminará el 23 de octubre con su votación en el pleno del Congreso. El posterior periodo de enmiendas durará hasta mediados de noviembre cuando debe remitirse al Senado para el trámite equivalente y quedar finalmente elaborados en la última sesión parlamentaria del año que finaliza el 18 de diciembre.

El marco general de elaboración quedó establecido en julio cuando el Ministro Montoro presentó un techo de gasto de 129.060 millones de euros, alrededor de 4.000 millones menos que el fijado para 2014, e insistió en que se continuaría en la línea de control de déficit y gasto público. La Secretaria de Estado de Presupuestos, Fernández Currás, aclaró durante un curso de verano celebrado en El Escorial que los presupuestos contendrán un claro compromiso con la recuperación económica, la creación de empleo y el mantenimiento del gasto social.

Las prioridades anunciadas por el gobierno parecen claras y en ese marco general se moverá, como no podría ser de otra manera, el futuro presupuesto de defensa, sobre el que podemos aventurar algunas hipótesis.

En esta legislatura el presupuesto inicial de defensa ha pasado de los 6.316 millones de euros de 2012 a los 5.746 millones de 2014. Una disminución que ronda el 10%. Si a esas cantidades añadimos las aportaciones adicionales a través del fondo de contingencia para operaciones, créditos extraordinarios para afrontar compromisos de pago y otras generaciones de crédito, la disponibilidad final del Ministerio de Defensa ha pasado de alrededor de 9.600 millones en 2012 a un total estimado de 7.500 en 2014. Es decir una disminución de entre un 20 y un 25% en las aportaciones globales que se destinan a la Defensa Nacional.

Siguiendo esa tendencia, y en el marco general apuntado, no parece probable que se incremente el presupuesto inicial del Ministerio de Defensa para 2015. Máxime cuando habrá que asumir una parte de la disminución de 4.000 millones en el global del Estado. De esa minoración podría corresponder al Ministerio de Defensa entre 250 y 300 millones, si se mantiene la tendencia de reducción media anual del 5% que se ha venido aplicando en esta legislatura sobre el presupuesto de defensa.

Siguiendo en el plano de las hipótesis, las aportaciones adicionales vía fondo de contingencia pueden igualmente verse minoradas. Estas aportaciones, que fueron de unos 800 millones en 2012, se estiman en 2014 en una cantidad que estaría entre los 700 y 750 millones. La reducción de esta partida sería, por tanto, de alrededor del 4% anual. Teniendo en cuenta que, previsiblemente, los compromisos españoles en operaciones exteriores disminuirán en 2015, como consecuencia del repliegue de Afganistán, no parece ilógico pensar que esa aportación al presupuesto inicial podría no superar en 2015 los 700 millones de euros. Este elemento afecta directamente a las inversiones reales puesto que esta vía ha sido su principal fuente de financiación en los últimos años, teniendo en cuenta lo ajustado del capítulo 6 del presupuesto ordinario. Tal y como se ha mostrado en la cumbre de Gales y posteriormente en la reunión de París del lunes 15 de septiembre, el gobierno español no parece muy dispuesto a incrementar el compromiso en acciones exteriores, si no cambian de forma importante las condiciones geoestratégicas. La experiencia del 11-M pesa demasiado en un año electoral.

Por otra parte, se mantiene la necesidad de atender a las obligaciones de pago contraídas en los programas especiales de modernización. La previsión para 2015 rondaría los 900 millones de euros, que habrá que conseguir como aportación adicional en la línea de lo que se ha venido realizando en los tres últimos ejercicios.

Si todas estas hipótesis se confirman, las disponibilidades globales para el Ministerio de Defensa en 2015 se podrían cifrar en un total de entre 7.000 y 7.500 millones. Teniendo en cuenta que del presupuesto ordinario tan solo algo menos del 10% no está comprometido en gastos de personal o de funcionamiento, las posibilidades de inversión reales del ministerio de defensa para el próximo año quedan nuevamente reducidas.

En estas condiciones, a pesar de que la demanda de nuestras Fuerzas Armadas es considerable, será muy complicado que un Ministerio claramente inversor y tractor de la actividad industrial como es el de Defensa pueda contribuir a generar empleo y contribuir a la recuperación económica, salvo que se cumpla el compromiso con nuestros aliados de la OTAN de no introducir reducciones adicionales en los presupuestos totales de defensa o se decida participar de forma más activa en las operaciones anunciadas por nuestros aliados.