Por primera vez una asociación profesional de militares participa en el patrocinio de la Carrera del Ebro, dando normalidad a su presencia en la realización de actividades sociales que favorecen el ejercicio de la profesión, la deontología militar y la difusión de la cultura de seguridad y defensa, tal y como recoge la propia Ley de Derechos y Deberes1.
Si bien en la pasada edición no fue posible el patrocinio2, tras el compromiso adquirido por el Mando de Personal del Ejército de Tierra en el Consejo de Personal, este año se ha materializado satisfactoriamente.