En dicha revisión, el JEME ha establecido que una de las prioridades de la Institución hasta 2017 ha de ser mantener una alta motivación del personal y asegurar su capacitación profesional. Con respecto a la nueva estructura, hay que hacer el esfuerzo en llevar a cabo su implantación, en que las unidades que la integren mantengan altos niveles de alistamiento y en la optimización de los recursos para que colaboren a dicha transición.

Por último, la quinta línea marcada en el Plan, que es el documento que sirve de base para el planeamiento global del Ejército, es el fomento de las actividades que muestren a la sociedad la necesidad de la Defensa y la integración del Ejército en la misma.

El objetivo es que el Ejército mejore sus ya altos niveles de eficacia y operatividad, y que cuente con un conjunto de unidades motivadas, equipadas y preparadas para cumplir cualquiera de las misiones que le sean encomendadas.