“La crisis económica sufrida por nuestro país en los últimos años junto con una política de personal fracasada ha sumido a la profesión militar en la marginación social y retributiva.” Estas palabras las expresamos ya en el manifiesto que en febrero del 2019 presentamos al comunicar que habíamos solicitado un pleno extraordinario del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas para tratar de conseguir el reconocimiento retributivo de la profesión militar.
“La crisis económica sufrida por nuestro país en los últimos años junto con una política de personal fracasada ha sumido a la profesión militar en la marginación social y retributiva.” Estas palabras las expresamos ya en el manifiesto que en febrero del 2019 presentamos al comunicar que habíamos solicitado un pleno extraordinario del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas para tratar de conseguir el reconocimiento retributivo de la profesión militar. Ha pasado más de un año y no seguimos igual, estamos peor. La crisis del COVID-19 ha permitido que los ciudadanos comprueben directamente que las Fuerzas Armadas constituimos el último recurso ante situaciones de riesgo, trabajando codo con codo junto a otros profesionales de otros gremios. Ahora una crisis económica se suma a la sanitaria, y en esta nueva normalidad observamos de nuevo que hay dinero para todos excepto para los militares.