El acto en el que un militar (español) jura mientras besa la bandera, es un gesto simbólico que tiene profundas connotaciones patrióticas y de lealtad hacia el país al que sirve (España). Cuando los militares besamos la bandera representamos con este acto un compromiso de amor y devoción al país (España) y sus gentes. La bandera es un símbolo nacional que representa la unidad, la historia, los valores de la nación (española) y un sinfín de cosas que hemos desarrollado juntos durante siglos. El compromiso es máximo porque este juramento implica estar dispuesto a defender los ideales y la seguridad de la nación (española), incluso entregando lo máximo que se posee, la propia vida, o quitándola si legalmente se le ordena y tener que vivir por ello con las consecuencias morales de esa acción.
Besar la bandera no tiene signo político, como tampoco lo tiene la propia bandera ni el nombre de España, pues pertenece a todos, aunque algunos no la quieran o quieran a otra que respetan (están en su derecho) mientras mancillan la primera (es cuanto menos execrable). Los militares aceptamos con este juramento mantener nuestra neutralidad política, el respeto a la autoridad civil y la Constitución del país (España), sin ambages, aunque algunos nos acusen de lo contrario argumentando sucesos en los que no vivimos y por tanto no participamos. Ese dolo no es nuestro y no lo aceptamos porque no tenemos por qué.
Este acto de juramento, por tanto, refuerza la idea de que los militares están subordinados a la autoridad civil y al marco legal establecido, y punto final a tanta tontería.
Sigamos, el contenido exacto del juramento puede variar según el país, y cambia según las modas o inclinaciones políticas, pero el resultado es el mismo, compromiso con la propia nación (española). Los militares, no obstante, solemos establecer otras fórmulas menos formales en los que se solemniza ese juramento entre compañeros con un lema que lo fortalece. Entre los suboficiales de nuestro Ejército de Tierra habitualmente se utiliza el famoso “A España servir hasta morir”. Importante es observar que la inclusión de la palabra "España" del lema no es baladí, ya que éste refleja el compromiso específico del militar hacia la nación (española); así de simple y evidente para cualquiera que lo lea o escuche. Es decir, es la expresión simbólica de la lealtad y el deber de los militares hacia su país (España) y no otro, en consonancia con el propio juramento formal del artículo 7 de la LCM
«¡Soldados! ¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor cumplir fielmente vuestras obligaciones militares, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, obedecer y respetar al Rey y a vuestros jefes, no abandonarlos nunca y, si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España»
Sin embargo, cabe señalar que la formulación exacta del juramento puede variar; así, por ejemplo, no en todos los juramentos de los países se incluye la frase "hasta morir", o “entregar vuestra vida” que es lo mismo, pero todos sin excepción incluyen a su país y nosotros, lógicamente, a España.
¿Y que nos lleva a esta disertación critica?, pues que vemos con estupor y frustración que el propio Ejército de Tierra en la portada de su Agenda 2024 incluye parte de ese lema “Servir hasta morir” eliminando del mismo la palabra España. Claro está que las formas y las tradiciones pueden cambiar con el tiempo en respuesta a la evolución de la sociedad y las instituciones, pero eliminar la palabra "España" del compromiso adquirido está relacionado con debates políticos y sociales en curso en los que ciertos grupos o individuos abogan por cambios en el lenguaje utilizado en los juramentos militares para abordar cuestiones específicas, relacionadas con la identidad nacional (España).
Pues no señores, nosotros no estamos dispuestos a morir porque sí, ese no es el juramento que adoptamos ni el lema que nos comprometemos cumplir al abrazar la carrera de las armas. Nuestro juramento es con España, con la Constitución y con la neutralidad política. Se equivocan aquellos que han decidido modificar nuestro juramento sin nuestro consentimiento.
A ESPAÑA SERVIR HASTA MORIR, ese es nuestro compromiso y no otro.