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Los complejos de nunca acabar

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11/03/2016 -

La actitud de la alcaldesa de Barcelona en la Feria de la Enseñanza, no hace más que confirmar ese complejo latente en una parte de la sociedad que equipara al militar a un ciudadano de segunda, sin derechos y que debe ser recluido en un oscuro gueto. Evidencia, además, que nos queda un largo camino que recorrer hasta alcanzar la madurez de otras democracias occidentales que hace mucho tiempo que superaron los traumas de su pasado. Sin embargo, a pesar de esta muestra de intransigencia, nadie debe olvidar que las Fuerzas Armadas estamos al servicio de todos los españoles, que somos ciudadanos de pleno derecho y que, además de votar, merecemos un respeto institucional que se ha echado de menos en esta ocasión.

Por otro lado, creemos conveniente significar que la enseñanza en las Fuerzas Armadas está integrada en el sistema educativo general y que los ciudadanos tienen todo el derecho a recibir información o a elegir libremente su trayectoria vital. Las Fuerzas Armadas ofrecen, a los jóvenes que han finalizado la ESO, el Bachillerato o que están en posesión de una titulación universitaria, un amplio abanico de posibilidades para poder desarrollar su carrera profesional. En consecuencia, la ideología no debería ponerse nunca por encima de las personas.

La historia está plagada de ejemplos en los que los mensajes de odio y no las armas han comenzado las guerras y no debería hacer falta recordar que la convivencia pacífica, los derechos humanos o la solidaridad, se han mantenido en innumerables ocasiones con la sangre, entrega y sacrificio de las mujeres y hombres que tanto desprecia.