La publicación de la noticia de manera parcial y sin explicar el alcance real de la modificación, o los que se aprovecharon de la desinformación de la opinión pública al respecto para traer a primera plana otras reivindicaciones de militares, causaron un daño irreparable al colectivo afectado, porque no tiene explicación alguna que se siga bloqueando una justa reforma que está muy lejos de ser una subida de sueldo generalizada y que supone un gasto de 16 millones de euros, cuando todo el mundo da por buena la inversión de 1.500 millones para subir el sueldo de policías y guardias civiles, significativamente mejor pagados que los militares profesionales.
Si la demagogia y la desinformación no se vuelven a cruzar en nuestro camino, la posible modificación del Reglamento de Retribuciones afectará a militares en la reserva mayores de 63 años que han visto como se les reducían de nuevo sus retribuciones al cumplir dicha edad, tras más de cuarenta años de servicio. Esta modificación, originada por la propuesta realizada en su día por ASFASPRO, fue apoyada por todas las asociaciones profesionales con representación en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas y pretende corregir una anomalía provocada por el rechazo de los sucesivos gobiernos a reconocer sin complejos la singularidad de la profesión militar, como sí han venido haciendo con otros colectivos.
No es lícito ni ético que los intereses profesionales, económicos y sociales de los militares dependan del juego político o de intereses particulares, del cálculo electoral o del apoyo mediático. Ya que el compromiso que adquirimos con nuestra Nación incluye la entrega de nuestra vida en el cumplimiento de la misión, y nos preparamos para ello en condiciones de peligrosidad, penosidad y disposición permanente para el servicio, nos merecemos un poco de respeto y consideración, además de recibir unas justas retribuciones.